(27/03/13)
Su hermana la culpó de su suicidio
Julia Roberts, así es su vida
Quiso ser veterinaria y acabó estudiando periodismo. Quiso
ser modelo pero nadie se fijaba en su espigada figura. Quiso casarse y acabó dejando plantado a novio e invitados. Julia
Fiona Roberts fue cambiando todos los planes de su vida y acabó encontrando el amor y el éxito, tanto éxito que se
convirtió en la eterna 'novia de América'.
Poco éxito como modelo
Julia nació en Smyrna, Georgia (EEUU), el 28 de octubre del
67. Su padre, Walter, era vendedor de aspiradoras, y su
madre, Betty, secretaria. La pareja, que tuvo tres hijos, Eric,
Lisa y Julia, se separó cuando la actriz tenía 4 años y Julia se quedó viviendo en casa de su madre con Lisa y una hermanastra, Nancy Motes, mientras que su hermano Eric se fue con su
padre. Aquel fue un momento difícil para la pequeña Julia
porque estaban muy unidos, pero más lo sería la muerte de su padre cuando ella tenía 9 años.
Una vez terminados los primeros estudios, su deseo fue ser veterinaria pero acabó haciendo periodismo. Smyrna se le había hecho pequeño y quería volar. Se marchó a Nueva York junto a su hermana Lisa para probar suerte como modelo, pero nadie se fijaba especialmente en ella. Necesitaba ayuda y allí estaba su hermano para dársela. Eric ya trabajaba como actor y presionó al director de la película que iba a rodar para que le diera un papel a Julia. Al final, obtuvo uno en 'Blood Red', que fue la única ocasión en que trabajaría con su hermano, pero no tuvo éxito y nadie reparó en ella.
La gran ‘pretty woman’
Fue con 'Mystic Pizza' y 'Satisfaction', y con apariciones en la serie 'Corrupción en Miami', que el público empezó a fijarse en aquella guapísima actriz. Era 1988. Y un año más tarde llegaría la que fue la película que la convirtió en toda una promesa: 'Magnolias de acero'. Su papel de Shelby Eatenton consiguió emocionar a público y crítica, y con él ganó un Globo de Oro y una nominación a los Premios de la Academia como
Mejor actriz de reparto.
Sin embargo, el gran saltó le llegó con 'Pretty Woman' en 1990. La bella y adorable Vivian Ward hizo de
ella 'la novia de América', trono que sigue ostentando hoy en día. Todo el mundo quedó hechizado por
aquella risa contagiosa y aquellas piernas inacabables. Seducía sin remedio dentro y fuera de la pantalla. Buena prueba de ello es la larga lista de relaciones que ha tenido.
Novia a la fuga
En 1993 luchó para impedir la publicación de una biografía no autorizada en la que se la describía como una ‘devoradora de hombres’. Verdad o no, lo cierto es que película que rodaba, romance que empezaba. Estuvo saliendo con Dylan McDermott, a quien conoció en 'Magnolias de acero'; con Liam Neeson, que fue su compañero en 'Satisfaction' y con Kiefer Sutherland, con quien también rodó 'Línea mortal'.
Sutherland fue uno de sus grandes amores. Con él llegó a tener vestido de novia y 600 invitados a su boda, pero tres días antes la suspendió a causa de una supuesta infidelidad de su prometido con una bailarina de 'striptease', y se fugó con Jason Patric, amigo de Kiefer y a quien había conocido en su fiesta de despedida
de solteros.
Boda con Lyle Lovett
Con quien sí se casó fue con el cantante y actor Lyle Lovett el 27 de junio del 93. Lo había conocido en el rodaje de 'El Juego de Hollywood', película protagonizada por Tim Robbins, con quien también se la relacionó. Pero se divorciaron dos años más tarde. Los actores Daniel Day-Lewis, Matthew Perry y Kevin Spacey, y el ex jugador de hockey Pat Mannochia, fueron sus siguientes conquistas. Más tarde llegó
Benjamin Bratt. Con el actor estuvo saliendo durante cuatro años y llegaron a hablar de boda, pero r
ompieron antes de pasar por el altar.
Durante los 90 no dejó de trabajar y cada película era un nuevo éxito. ‘Durmiendo con su enemigo’, ‘Hook’, ‘El informe pelícano’, ‘Algo de qué hablar’, ‘La boda de mi mejor amigo’, ‘Notting Hill’, ‘Novia a la fuga’ y ‘Todos dicen I love you’, entre otros títulos, fueron algunas de las cintas más taquilleras de Roberts.
Oscar por ‘Erin Brokovich’
Pero la película que la llevó a lo más alto llegó en el 2000. Se titulaba ‘Erin Brokovich’ y le hizo ganar un Oscar a la mejor interpretación femenina y alcanzar el título de la actriz mejor pagada de todos los tiempos.
Al año siguiente su buena estrella seguiría en el terreno personal, porque en el rodaje de 'The Mexican' conoció al que acabaría siendo su segundo marido: el cámara Danny Moder. Cuando se enamoraron, él estaba casado pero se rumorea que Julia acabó pagando 230.000 euros a la esposa de Danny para que agilizara los trámites de divorcio. Finalmente, dijeron 'sí, quiero' el 4 de julio del 2002 en el rancho que la actriz tiene en Nuevo México, y tuvieron 3 hijos: los gemelos Phineas Walter y Hazel Patricia, y el pequeño Henry Daniel. La pareja ha sufrido varias crisis pero las han superado y es que Julia tiene muy claro qué significa esta relación para ella: “Mi marido es la pieza que le faltaba a mi estabilidad emocional”.
Convertida al hinduismo
Tras ‘The Mexican’, Julia se embarcó en éxitos de taquilla como ‘Ocean’s Eleven’, ‘Closer’ o ‘Historias de San Valentín’, pero la que dejó más rastro en su vida fue ‘Come, reza, ama’. El film, en el que trabajaba junto a Javier Bardem, la transformó haciendo que se convirtiera al hinduismo.
Julia, además de su carrera como actriz, es la imagen de Lancôme. Pero tras esa fachada de belleza inalcanzable se esconde una mujer solidaria y comprometida con los más desfavorecidos y con la ecología. Es embajadora de buena voluntad de UNICEF y ha sido la narradora del documental sobre el síndrome de Rett, ‘Angels Silent’, que se rodó para aumentar la conciencia pública sobre esta enfermedad neurológica.
Recientemente se ha metido en la piel de la reina malvada del cuento de Blancanieves en la película de Tarsem Singh, y sigue preparando nuevos proyectos mientras pasa la mitad del año descansando junto a su familia en su rancho de Nuevo México.
Un difícil momento personal
Julia vive ahora uno de los momentos más dolorosos de su vida. Su hermana, Nancy Motes, se suicidó este mes de febrero dejando una carta en la que la culpaba de la decisión que había tomado. Por si ello fuera poco hemos conocido que su madre, Betty Lou, padece cáncer de pulmón.
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